14 mayo, 2008

25 de mayo

Hasta el 1810 las colonias de Latinoamérica estaban gobernadas económica y políticamente por algunas monarquías europeas, entre las cuales se disputaban los territorios productivos de América Latina. Estos tenían como objetivo, en un primer momento la extracción de metales preciosos; y en una segunda fase extraer la materia prima de nuestras tierras y devolverlo en forma de producto elaborado llevándose así las ganancias de las colonias.

Manejando de esta manera no solo la producción sino que también los ritmos de la economía.

Debido a las luchas entre las monarquías europeas por el reparto de los territorios es que se fueron creando las condiciones para que el 25 de mayo de 1810 el pueblo se comience a organizar dando los primeros pasos hacia la independencia, conformándose de esta manera el 1º gobierno patrio, compuesto solamente por criollos. De esta forma es que empezamos a soñar con la patria grande de la mano de San Martín, Bolívar, Artigas y Marti. Son estos los primeros aires de emancipación latinoamericana, que más adelante verán sus frutos gracias a las distintas conquistas que dichos libertadores lograrían en diferentes territorios.

Como en aquel 1810 la historia se repite en América Latina, donde diferentes proyectos de grupos económicos se disputan este territorio. Estos proyectos y estos enfrentamientos llevan a que los grupos económicos mas debilitados (los locales), que pierden en lo económico y en lo militar oxigenen y se apoyen en la fuerza popular, que lleva a que se produzca un ascenso en la participación; este ascenso impulsado por los capitales mas débiles debe transformarse en organización y proyecto propio de las mayorías, como lo hicieron nuestros próceres en aquellos tiempos.

Es por esto que debemos sostener y defender La Alternativa Bolivariana – Sanmartiniana para las Américas (ALBA), Impulsada por los pueblos latinoamericanos y principalmente por el proceso revolucionario del pueblo Venezolano.

Lo crucial en este momento histórico es pelear la conducción de este proceso vertebrando un proyecto estratégico del campo popular, y desarrollando organización para poder sostenerla, lo importante es tener en claro que nuestro objetivo estratégico es construir y desarrollar la organización de los pueblos para conducir un cambio político hacia un proyecto social propio. Si pensamos en función de dicho objetivo, todo lo demás se vuelve más fácil, porque pensamos desde nosotros y no desde los otros.

F.U.R.C.

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